teoría general de sistemas
TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS
TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS Y EDUCACIÓN.
TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS Y EDUCACIÓN.
Los sistemas abiertos
Se llaman sistemas abiertos a todas las estructuras, en las que intervienen seres humanos o sus sociedades, y que tienen íntima relación con el medio o ambiente en el que están inmersos. Con otras palabras, el medio incide en el sistema, y el sistema revierte sus productos en el ambiente Ambos se condicionan mutuamente y dependen unos de otros. Para que exista un sistema, debe encontrarse siempre un sistema superior.
Todos los sistemas forman parte, como subsistemas, de otros sistemas de rango más elevado. El medio ambiente, el ambiente en sí o el contexto, es el conjunto de todos los objetos que puedan influir o tengan capacidad de influencia en la operatividad de un sistema. El contexto es por ello un sistema superior, suprasistema, que engloba a otros sistemas, influye en ellos y los determina, y al mismo tiempo es influido por el sistema del que es superior.
El medio ambiente o contexto
Para evitar que esto resulte en apariencia un galimatías pongo un ejemplo. Estamos en clase, en un curso de Formación Profesional Ocupacional. Los alumnos acceden voluntarios a formarse, cada uno de ellos por causas e intereses diferentes, expectativas distintas y tal vez, incluso, de profesiones y ambientes dispares. Pues bien, todos ellos provienen de un ambiente, cada cual del suyo, y al mismo tiempo con características muy similares, ya que todos son producto de una civilización occidental, ven la misma televisión, se han educado en escuelas similares y con un sistema muy parecido…
El contexto individual ha marcado diferentemente a los alumnos, y al mismo tiempo el contexto social los puede tener homogeneizados, por lo menos en parte. También puede darse el caso de que haya alumnos marroquíes, rumanos, etc., en los cuales el contexto social ya cambia sustancialmente. Pues bien, estos alumnos provienen de un contexto, y son al mismo tiempo entradas de un sistema abierto: El curso de formación.
Las entradas del sistema
Los alumnos ya han entrado en un sistema, que a su vez depende del sistema educativo general, y del sistema cultural de nuestro país. Existen otras entradas, no menos importantes, como son el programa del curso, los objetivos del mismo, los medios y recursos, las capacidades del profesor, el ánimo o motivaciones inmediatas de los alumnos, etc. Si seguimos con el ejemplo de la clase, las entradas serán los objetivos para ese día, los recursos de ese día y la situación y condicionantes reales de esa jornada.
En general, toda la información, los procesos de programación y de codificación, y los elementos que provengan de procesos anteriores, retroacción o feedback, vuelven a ser consideradas como entradas del sistema.
El funcionamiento o proceso del sistema
La clase ha comenzado. Estamos en pleno proceso de trabajo. Si fuera un curso completo, el proceso abarca todo el recorrido de la acción formativa. En una sesión el proceso está enmarcado en lo que significa el trabajo a realizar en esa sesión, que depende de un sistema superior, el curso, y de otro suprasistema más elevado, el sistema educativo o el plan formativo del que depende.
En el momento de la sesión de clase, se deben poner en funcionamiento todos los mecanismos necesarios para procurar un feedback correcto. En otro lugar de este libro, cuando se entre de lleno en la problemática de la evaluación, veremos cómo puede aplicarse en una sesión de clase.
En un sistema abierto como el formativo, no cabe hablar de «caja negra» en los mismos términos en que lo afirmábamos cuando la referencia era hacia los sistemas cerrados. En este caso, los expertos somos nosotros, y debemos «abrir» la caja negra de la metodología, de las relaciones interpersonales y de los recursos, para apreciar dónde están los problemas y poder solucionarlos.
Siempre quedará otro tipo de «caja negra», que son las personalidades de los alumnos, sus elementos íntimos, o desconocidos. Con un buen trabajo de interrelación personal y de grupo, muchos de estos elementos, pueden salir a flote, ganando en comunicación y sin lesionar la intimidad de los alumnos.
Los resultados, o salidas, del sistema
A los resultados, o lo que es lo mismo, a los objetivos logrados o no del sistema les llamamos «salidas» o acciones resultantes de la fenomenología sistémica.
En la acción formativa de que hablamos, las salidas son los actos o aprendizajes y cambios de conducta, previstos por profesores y alumnos para el desarrollo de determinada acción formativa.
El resultado del sistema se envía al medio. El alumno aporta a su acervo cultural, a la sociedad o a su ámbito familiar los aprendizajes que le ha proporcionado el sistema. Si los productos o salidas son gratificantes, proporcionan mayores estímulos y se refuerza la motivación para nuevos aprendizajes. Gracias a lo cual se hace más favorable la repetición de situaciones.
En la sesión de clase, las salidas o productos pueden ser la misma participación de los alumnos, los aprendizajes inmediatos o el interés por la tarea que se está realizando.
El feedback y la evaluación continua
Uno de los pilares fundamentales de cualquier sistema es el feedback. Si hubiera que traducirlo literalmente, retroalimentación. No es fácil, ya que en castellano, se utiliza de muchas formas, retroacción, información de retorno... Lo verdadero es que el término feedback entraña en él mismo toda una filosofía, más que una simple definición o concepto. Por esa razón es tan difícil de definir o de traducir.
En terminologías de enseñanza, es lo más parecido a lo que llamamos evaluación continua, es decir, recepción o aceptación de la información que proviene de cualquiera de los elementos del sistema, con el fin de rectificar lo que no se ajusta a los objetivos o procedimientos y mantener, mejorando, lo que es correcto.
El enfoque sistemático y la humanización del proceso de enseñanza-aprendizaje
Hasta aquí se nos presenta el enfoque sistemático como un tipo de proceso lógico que se aplica para identificar y resolver problemas. Ahora, limitando su aplicación a los problemas de enseñanza-aprendizaje, diremos que: el enfoque sistemático es un instrumento de procesamiento para identificar y resolver problemas de enseñanza-aprendizaje. O dicho de otra forma, lograr de manera más efectiva y eficiente los resultados educativos que se deseen.
El enfoque sistemático de por sí, no se centra en el alumno ni asegura que se atiendan y mantengan los intereses, habilidades, esperanzas y aspiraciones de la sociedad y del individuo. Es el diseñador, y el profesor, quien lo pone o no a su servicio.
Sin embargo, estamos en condiciones de afirmar que quien quiera humanizar la educación tiene en el enfoque de sistemas, un modelo de planificación que le asegura su logro. El enfoque de sistemas puede asegurar por sí mismo y con mucha más certeza que otro modelo de planificación: el logro del objetivo o resultado que se propone.
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Características principales de un sistema
Un sistema, como decíamos más arriba, posee infinidad de componentes y características. En este capítulo vamos a analizar sucintamente las más importantes, ejemplificando en lo posible con el fin de que el profesor pueda, junto a los alumnos relacionarlo con los sistemas que realmente nos interesan en este texto: los sistemas educativos, y dentro de ellos, los subsistemas de acciones formativas.
Teleología
La teleología, (del gr. teloj, fin, y logía, ciencia, es la doctrina de las causas finales). En la teoría general de sistemas se refiere a toda orientación que cualquier sistema abierto posee con respecto a sus procesos. Es decir, que cualquier proceso está encaminado a unos objetivos, a unas finalidades. Sin metas es imposible que exista un sistema.
En la precisa definición de metas y objetivos está la clave de cualquier tipo de planificación educativa o formativa. «Si no sabes adónde vas, acabarás en otra parte», le decía el conejo a Alicia, en «Alicia en el país de las maravillas», de Carroll. Si se tuvieran siempre claras las metas, los métodos se convertirían mejor en actividades, y los procedimientos para evaluar formarían parte del sistema. Es muy común encontrar cómo se evalúa sin tener en cuenta ni objetivos ni procedimientos.
Equifinalidad
Una cualidad esencial de la sistémica es la equifinalidad, del latín aequi, igual. Por equifinalidad se entiende la propiedad de conseguir por caminos muy diferentes, determinados objetivos, con independencia de las condiciones individuales que posea el sistema. «Por todas partes se va a Roma».
Aunque varíen determinadas condiciones del sistema, los objetivos deben ser igualmente logrados. En educación, hablamos de variedad de estímulos, de diferentes métodos de trabajo, de creatividad en las actividades, siempre en función de los objetivos a lograr.
Ultraestabilidad y flexibilidad
Los sistemas son estables a pesar de las grandes posibilidades de cambio que poseen. Es tal la influencia creativa que engendra el feedback, que un sistema flexible nunca puede morir (entropía), si se mantienen sus necesidades, los objetivos son correctos y la capacidad de adaptación a los cambios aumenta.
La estabilidad no supone pues ausencia de innovación o de cambio; tanto es así, que por ultraestabilidad se entiende la capacidad que poseen los sistemas abiertos de mantenerse mediante el cambio de estructura y de conducta. De hecho, si los sistemas cerrados consiguen la estabilidad en condiciones específicas constantes, los sistemas abiertos pueden crear, tal como decíamos, nuevas estructuras, para así seguir siendo estables bajo otras condiciones.
En las aulas se nos pide a los profesores estar en actitud de constante cambio, de búsqueda de nuevos métodos y procedimientos para acceder a los mismos resultados, o tal vez a resultados mejores, en función de la rapidez, de la motivación o del grado o nivel de conocimientos del grupo.
Adaptación
La estabilidad exige al sistema adaptarse a circunstancias muy adversas y a tensiones que provienen del medio o de los procesos internos del propio sistema. La tensión obliga a nuevas adaptaciones, tal como se vio al comentar la virtud de la ultraestabilidad.
La preparación, puesta al día de profesores, medios, métodos, recursos y nuevas tecnologías, son producto de la facultad que tienen los sistemas de adaptarse con el fin de no morir por consunción.
Retroacción
Debido a la retroacción, los sistemas abiertos se comportan de una forma característica evitando desviaciones que pondrían en peligro su proceso teleológico.
El proceso es necesario investigarlo, analizarlo constantemente para que podamos afirmar que estamos evaluándolo de cara a su posterior enriquecimiento, mejora o puesta al día. Cuando estamos dando una clase, los datos que provienen de la retroacción, feedback, son los que nos permiten en cualquier momento del proceso captar la atención, cambiar un método, una técnica, un recurso o una tarea.
En todo este texto, se vuelve constantemente al concepto de retroacción, que como decía Mcluhan, es así mismo participación. La democratización de las relaciones entre profesores y alumnos en las aulas, tiene su base en los procesos retroactivos. Es en ellos igualmente, donde se puede poner el énfasis para prevenir, prever, diseñar, programar o preparar la acción formativa.
Información
La información es el alma del sistema. El sistema no puede funcionar sin información exterior, del medio, ni sin el trasvase de información entre sus componentes. Mcluhan como decíamos más arriba, afirmaba que comunicación y retroacción, que son así mismo participación son la misma cosa. La información es utilizada por el sistema para provocar un tipo de conducta mediante la cual se adapta a las condiciones del medio.
La información introducida por las entradas del sistema (ínputs) hace que este se «comporte» de una forma determinada. Si al mismo tiempo el sistema posee capacidad de recordar o reconocer las informaciones introducidas por sus entradas, obrará siempre de la misma manera o de forma parecida cuando reciba informaciones idénticas o parecidas a las anteriores. Se dirá entonces que el sistema ha aprendido a comportarse adecuadamente.
Todo sistema, si es abierto, puede innovar, cambiar y aprender conductas de acuerdo con las informaciones que recibe del medio a través de sus entradas.
Importación de energía
En los sistemas abiertos, las personas o grupos humanos que los forman, aportan ideas, acciones, trabajos, opiniones, cultura, que amplían la energía que puede ya tener con anterioridad el mismo sistema.
En las aulas de adultos que se forman para la formación profesional ocupacional, nos encontramos con profesionales de todo tipo, que pueden y deben aportar sus experiencias, conocimientos y diferentes visiones de una misma realidad. La contribución que los alumnos hacen a la metodología de trabajo, no solamente ayuda a que sea más eficaz sino que al mismo tiempo amplía la motivación y refuerza el interés por la acción formativa.
Entropía
En sentido figurado entropía significa desorden. En la terminología de los sistemas, el desorden lleva a la muerte o desintegración del sistema. Se ha definido como la tendencia a importar más energía de la necesaria. Sin mecanismos eficaces de feedback, el sistema va degenerándose, consumiéndose, hasta que muere. Cuando no existen objetivos claramente definidos, no se ajustan los procesos a los intereses de los alumnos, la información que se da es más por el gusto o talante del profesor que por lo que la sociedad demanda, cuando los recursos no se utilizan con seriedad y eficacia, o cuando no se evalúan los resultados con el fin de retroalimentar el sistema, este muere sin remisión.
Homeostasis
Se define homeostásis u homeostasis, como la autorregulación de la constancia de las propiedades de otros sistemas influidos por agentes exteriores. Las características básicas del sistema tienden a mantenerse constantes en razón de las metas que la sociedad, el grupo humano o los individuos le proponen. Hay sistemas que se consideran necesarios, y perdurarán por mucho tiempo. Otros, no apoyados por razones diversas, caerán en la entropía, y por lo tanto desaparecerán.
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